Soliloquio

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La técnica literaria del soliloquio es una reflexión interior por medio de la cual alguien expresa, en voz alta y estando a solas, sus pensamientos, sentimientos y emociones. La palabra, como tal, proviene del latín soliloquium.
El soliloquio es sobre todo un recurso de las obras dramáticas, que se caracteriza por tener una fuerte carga subjetiva y por permitirnos acceder a los pensamientos más recónditos de un personaje para conocerlo mejor.
Un soliloquio es, pues, el parlamento que hace un personaje aislado de los demás, en el cual habla para sí mismo, como una especie de diálogo consigo mismo. En este sentido, es un concepto asociado al monólogo.

Un ejemplo célebre de soliloquio es aquel que sostiene Hamlet en la obra homónima de William Shakespeare. En él, el personaje central toma una calavera y se interroga: “Ser o no ser, esa es la cuestión”.
Por otro lado, la palabra soliloquio también puede tener una carga negativa cuando se refiere al discurso sostenido por una persona que no permite que otros intervengan. Por ejemplo: “La reunión del departamento fue en realidad un soliloquio del jefe”.
Soliloquio también puede referirse, en psiquiatría, a las reflexiones que los psicóticos esquizofrénicos realizan en voz alta y a solas, a manera de diálogo consigo mismos.

El soliloquio se diferencia del monólogo en que el monólogo es un discurso que genera una sola persona, dirigido tanto hacia un sólo receptor como hacia varios receptores. Tenemos un ejemplo muy claro de Monólogo en el programa conocido como "Otro Rollo" que comenzaba con el presentador Adal Ramones haciendo un Monólogo cómico de entre diez a treinta minutos, dirigido a sus espectadores en vivo y a los televidentes.

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