Escribir historias cortas o micro relatos es realmente fácil, tan fácil como tener una idea, sentarse y escribirla.
No hay un manual ni reglas escritas, en verdad no hay una medida definida de que tan corto tiene que ser o cuán largo puede ser, pero si estás hablando de escribir una historia corta, no puede medir demasiado. Yo mismo he visto historias cortas –de terror principalmente– que miden apenas un párrafo.
Lo que es seguro, es que esta práctica te puede ayudar como buen ejercicio para escribir historias más largas, una novela incluso.
No hay un manual ni reglas escritas, en verdad no hay una medida definida de que tan corto tiene que ser o cuán largo puede ser, pero si estás hablando de escribir una historia corta, no puede medir demasiado. Yo mismo he visto historias cortas –de terror principalmente– que miden apenas un párrafo.
Lo que es seguro, es que esta práctica te puede ayudar como buen ejercicio para escribir historias más largas, una novela incluso.
Aquí te presento algunos puntos que te pueden ayudar a escribir tu historia corta:
Elige un tema
Este es el punto más sencillo –y esencial–. Cualquier tema sirve, puede ser una anécdota que te ocurrió, algo que le ocurrió a un amigo, un sueño que logras recordar o simplemente algo que se te ocurrió al momento de sentarte a escribir.
Mi experiencia me dice que las idas llegan por sí solas, no las busco, yo tengo como 10 ideas para varios libros anotadas, en serio es el punto más fácil, no lo pienses mucho y simplemente escribe sobre lo primero que se te ocurra.
Ten en mente la estructura
Aprovechando que tu historia no es muy larga, es de suponerse que sepas, al menos una idea ligera, cómo iniciar tu historia, cómo crear un clímax atrapante y un final sorprendente.
Inicio. No es la primera página, ni el primer párrafo. El inicio de historia es la primera frase que tiene que atrapar al lector y crear esa curiosidad atractiva de seguir leyendo el resto. Está primera frase debe de tener impacto y dar una idea del cómo se desarrollará el resto o de qué trata todo tu texto.
Clímax. Esta es la parte más importante de tu historia, no sólo es relleno, todo lo emocionante pasa aquí. Cuenta todo lo que sea necesario, sólo lo necesario, no ahondes mucho en detalles que no sean necesarios, ni en historias paralelas. Desarrolla aquí sólo las experiencias relacionadas directamente con tus personajes principales, sus problemas y vivencias. Di lo que está sucediendo y ya. En resumen, escribe sólo las acciones que desencadenen el desenlace que habías planeado.
Desenlace. Un buen final es esencial, principalmente porque si le gusta a tus lectores, quedarán satisfechos con toda la historia y eso hará que quieran leer más historias tuyas y te buscarán. Crea una solución lógica al problema, remata con una frase original e impactante, has pensar a tus lectores con un final abierto –pero que sea un final de verdad, terminado, no dejes que ellos hagan todo el trabajo por ti–. Lo que no debes de hacer es poner un final predecible, sencillo, ni un Deus ex machina.
La trama
¿De qué se trata tu historia? No importa si es una comedia, drama, terror o aventura; la acción es clave para el desarrollo. Por acción me refiero a las acciones que se van desarrollando, haz que aumente la intensidad de los sucesos, acciones y problemas hasta que la intensidad de la tensión le explote en la cara al lector.
No describas todo
No cometas el error de usar al narrador para todo, ni hacer que todo lo que pasa sea un monólogo interno de tu protagonista, deja que el lector deduzca situaciones, que empatice con los personajes o que se imagine un poco del ambiente.
El tamaño
Cómo les menciona, no hay una medida exacta, pero hay quienes dan un promedio de palabras para cada clasificación:
Menos de 1000 palabras es un microcuento.
Entre 1000 y 7000 palabras es un relato corto.
De 7000 a 17000 es una novela corta.
De 17,000 a 40,000 palabras ya es una novela.
Menos de 1000 palabras es un microcuento.
Entre 1000 y 7000 palabras es un relato corto.
De 7000 a 17000 es una novela corta.
De 17,000 a 40,000 palabras ya es una novela.
No demores demasiado
Cuando comienzas a escribir una historia, del tamaño que sea, procura terminarla rápido. No me refiero a que te apresures tanto que tu historia esté mal contada, escrita a la carrera. Lo que debes tener en cuenta es que si demoras demasiado en escribir –y más una historia corta– muchos factores externos pueden influir en ella y cuando retomes tu escritura quizá ya no pienses en el mismo desenlace, ni las mismas situaciones, ya que tu propia situación sentimental, laboral o académica puede influir en las acciones, sentimientos o vivencias de tus personajes. Por lo general una historia corta podrías escribirla en una semana o dos a lo mucho. Por decir un ejemplo, mi historia corta 'La voz de mamá'me tomó dos días, pero mi historia 'Escapa del Bosque' me tomó dos semanas en escribirlas. Obvio, cada una es diferente, en trama, acciones y dimensiones, pero todo depende de la dedicación.
Se meticuloso al corregir
Cuando hayas terminado, vuelve a leer tu historia, completa, si quieres deja pasar un día o dos antes de hacer una revisión final, léela unas cuantas veces y hazlo en voz alta. Ten en cuenta esto:
• Pregúntate si ha transcurrido el tiempo suficiente como para ver el relato con otros ojos.
• No debe sobrarte ni una coma. Una frase que no esté justificada, resta potencia al relato. Una palabra de más, es un éxito menos.
• Encuentra el verbo adecuado. No lo adornes con adverbios.
• Describe a tu personaje con un par de rasgos que de verdad lo identifiquen.
• Revisa los diálogos e intenta reducirlos a la mínima expresión.
• No describas cosas innecesarias como el recorrido de una gota de condensación a través de un tarro.
Este punto además te puede servir para cualquier cosa que estés escribiendo.
• Pregúntate si ha transcurrido el tiempo suficiente como para ver el relato con otros ojos.
• No debe sobrarte ni una coma. Una frase que no esté justificada, resta potencia al relato. Una palabra de más, es un éxito menos.
• Encuentra el verbo adecuado. No lo adornes con adverbios.
• Describe a tu personaje con un par de rasgos que de verdad lo identifiquen.
• Revisa los diálogos e intenta reducirlos a la mínima expresión.
• No describas cosas innecesarias como el recorrido de una gota de condensación a través de un tarro.
Este punto además te puede servir para cualquier cosa que estés escribiendo.
Si puedes seguir estos sencillos puntos –que les repito, no es una regla, sino más como una guía–, es seguro que lograran escribir historias cortas con gran facilidad.